
Pausa.
¿Como una pausa?
Sí.
Qué fácil es parar la intensidad del juego, la viveza, la trampa, la injusticia, el cansancio cuando se es niño.
Reclamar, argumentar, tener aliados, debatir unos cuántos segundos (que el tiempo lo tenemos contadito hasta que nos llamen a pasar), solucionar y por fin seguir jugando.
He querido decirle Chepi Bola a varias personas, a la vida, a mí misma. Algunas veces ya no he querido seguir jugando, y otras me he quedado sola en el juego.
Un ratito.
Que el tiempo lo tenemos contadito.